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apotecaris, blanquet, Castilla, Coquetería, el pelador, La Caçoleta d’olors, mosquet, Mujeres, Perfumes, perfums blancs, perfums castellans, perfums de rei sotil, perfums de reis, siglo XV, tidiana, Valencia
La Caçoleta d’olors
La forma de embellecerse las valencianas del siglo XV ya fue citada por el poeta Jaume Roig que, en sus poesías, mencionaba a las mujeres ensafranades, por la continua utilización de una especie de colorete basado en una substancia amarillenta similar al azafrán. No había mujer, por sencilla que fuera, que no tuviera en su habitación lo que se llamaba la caçoleta de olors (cazoleta de olores y aceites). El perfume ordinario era el mosquet. También la tidiana, procedente de la corteza de un árbol muy raro, era bastante apreciada y había distintos tipos: perfums de reis, perfums castellans, perfums de rei sotil y perfums blancs.
Sant Vicent Ferrer ya se quejaba de que las mujeres fuesen pintadas con exceso de un polvo llamado blanquet, cosmético muy popular que era usado por las señoras de clase alta y también las más humildes, e incluso por las niñas que se lo aplicaban a modo de juego. Servía para disimular defectos de la cara y también se esparcía por el resto del cuerpo. Todos estos elaborados se vendían en las boticas de la época y existían apotecaris. especialistas.
Las mujeres se depilaban continuamente, para lo cual empleaban una especie de navajas especiales que rasuraban su vello. Fue muy común el pelador, una especie de pinzas que se utilizaban para depilar los pelos de la cara y las cejas.
Los círculos de los ojos se ennegrecían con antimonio y carbón en polvo, y el carmín de los labios se reforzaba con bermellón natural. También era muy común el teñirse el pelo de rubio, ya que este color se había puesto de moda entre las mujeres. Para disimular las canas era muy corriente el uso de la alquena, de origen árabe, una especie de acebuche cuyas raíces pulverizadas y deshechas en el agua servían para teñir los cabellos y las cejas.
La coquetería y acicalamiento de las mujeres iba unida a la sensualidad y el deseo, en el siglo XV y en todas las épocas.
Portada: La Perfumista – Villa Farnesia – Roma.
Javier Martínez Santamaría
Associació Cultural Templers de Burjassot©